martes, 25 de agosto de 2009

Amaneceres desde un nuevo despertar

Una de las ventajas de los trastornos horarios, es poder ver la noche con otros ojos, disfrutar del silencio nocturno mientras se lee un buen libro a la intemperie. Pero a más gratificante es poder disfrutar posteriormente del amanecer, sentado en la terraza de tu casa, con un buen colacao y una bolsa de pipas.
Descubrir como se despierta el día, como cambia el color del cielo, y se iluminan las nubes mientras una leve (levísima) brisa fresca se arremolina en el pelo y despierta los sentidos, transportando olores y sonidos totalmente imperceptibles a otras horas de la jornada.
Y cuando toda esta maravilla se difumina lentamente, comienzan a salir de sus hogares los trabajadores más madrugadores, preguntándose el porqué de esa tortura que es levantarse tan temprano desperezándose de su último sueño y poco a poco, la vida vuelve a su normalidad y comienza la rutina.

El inconveniente de todo esto, aparte de no poder disfrutarlo cada día, es que luego en la biblioteca he estudiado lo mismo que si me hubiera quedado en casa durmiendo. Pero ha merecido la pena.


y si a todo esto se le tuviera que adjuntar una canción, sería esta http://www.youtube.com/watch?v=ORBaYeLlRKs